Estos cuentos infantiles, como su nombre bien indica, suelen tener algún pasaje u oración que se va repitiendo a lo largo de la narración. Si además son acumulativos, esto significa que a la parte que se repite, se le va añadiendo algo a medida que avanza la historia, por ejemplo, el caso más típico es la llegada de un nuevo animal que se une a la acción que venían repitiendo los anteriores personajes del cuento.
Así pues, en estos cuentos acumulativos existe una «fórmula» inicial que se repite muchas veces a lo largo del relato y a la cual se le va añadiendo una nueva acción o palabra a medida que aparecen en escena nuevos personajes.
Estos cuentos suelen gustar mucho a los niños y son casi un éxito asegurado; enganchan mucho al pequeño lector, sobre todo porque le animan a participar de la narración, pues la repetición hace que sea para ellos muy fácil recordar la secuencia narrativa, favoreciendo la comprensión del texto y las ganas de contarlo por ellos mismos.
En los colegios La Salle los trabajamos porque estos cuentos repetitivos y/o acumulativos tienen unos beneficios muy importantes:
- Favorecen la atención y motivación de los niños.
- Ayudan a comprender el texto.
- Trabajan y ejercitan la memoria.
- Favorecen la expresión oral y su capacidad comunicativa, pues los niños se ven animados a participar de la narración.
- Ayudan al aprendizaje del lenguaje verbal.
- Acercan al niño al conocimiento y comprensión de las estructuras narrativas.
- Ayudan a fijar y aumentar vocabulario.
- Trabajan la conciencia fonológica, sobre todo si el cuento además de ser repetitivo tiene rimas y juega con la sonoridad del lenguaje.
- Son vistos por los niños como libros-juego, así que fomentan la lectura.
- Les dan seguridad porque saben lo que va a pasar, así que los niños se relajan y disfrutan mucho de estas historias.
Post escrito por el Equipo de Infantil de La Salle Talavera